Quercus suber L.

                                                                                                      Nº ejemplares: 6

Género y especie: Quercus suber.

Familia: Fagaceae.

Nombre común: Alcornoque, Surera.

Hábitat: Nativo de los países del Mediterráneo Occidental y Norte de América.

Crecimiento: Lento. Llega a vivir más de 200 años.

Descripción: Árbol de hasta 20 m de altura, pero en la zona rocosa de origen suele ser más pequeño (6-10 m). Tronco esbelto y derecho cuando crece en masa en estado natural, presentándose corto y sinuoso cuando crece aislado, o está deformado por su tratamiento. Las ramas son abundantes, cortas, gruesas, arqueadas y dicotómicas cuando los ejemplares son tratados para el descorche. Algo análogo ocurre con la copa, que es oblonga y más o menos extendida en altura en los árboles que viven en masa; sin embargo en los árboles en explotación, la copa se forma a poca altura (a 4 o 5 m del suelo), constituyéndose una copa amplia y ensanchada. Corteza de las ramas jóvenes con finas capas de corcho, pelos amarillos y surcada. Normalmente es gris, agrietada, con la edad se hace muy gruesa, de hasta 15 cm o más, correosa y ligera, de la cual se obtiene el corcho. Cuando se pela en ciclos de 8-12 años, para extraer el corcho, la superficie del tronco queda lisa y rojiza, hasta que al cabo de un tiempo el árbol desarrolla de nuevo su costra de corcho. Brotes verde grisáceos, cubiertos de densos pelos. Yemas de 2 mm de longitud.

Raíz: Sistema radical vigoroso y penetrante que se desarrolla en todas las direcciones, con una raíz principal recia que puede profundizar más de 1 m, y raíces secundarias que se adhieren fuertemente a las rocas, produciendo numerosos renuevos que suelen extenderse hasta varios metros del pie.

Hojas: Persistentes, a veces subpersistentes. Son de un verde brillante y oscuro en el haz, revestidas de una pelusilla gris en el envés. Su largo es 2,5-10 cm por l,2-6,5 cm de ancho. Son ovales u oblongas, coriáceas, alternas, agudas, onduladas en el borde, bordeadas de 5 o 6 dientes numerosos y subespinosos. Pecíolo de 8 a 15 mm de longitud. Tienen 5-7 pares de nerviaciones.

Flores: Las masculinas agrupadas en grupos de 5 o 6 amentos de 4-8 cm de longitud, en los extremos de las ramillas; las femeninas aisladas o en pequeños grupos y cortamente pedunculadas, en las axilas de las hojas de las nuevas formaciones.

Floración: Desde abril prolongándose, a veces, durante el verano, incluso en otoño.

Frutos: Son bellotas ovoide-oblongas, de 1,3 a 4,5 cm de largo. De sabor menos dulce que las de la encina, la cúpula cubre la mitad o dos tercios de su longitud y con escamas superiores generalmente terminadas en una punta curvada. Las bellotas se forman en un año y caen al iniciarse el otoño; la maduración es bastante variable, iniciándose en septiembre y finalizando en los meses de enero o febrero. En buenas condiciones esta especie inicia su fructificación a los 10 o 12 años.

Clima: Vive bien en lugares fríos. La altitud idónea se encuentra entre los 0 y 1300 m sobre el nivel del mar. Resistente a los vientos, a la segunda línea de mar pero no a la contaminación. Precisa un clima moderado y algo lluvioso (precipitación media anual óptima de 600 a 1000 mm).

Suelo: Francamente silíceos, sueltos, arenosos, profundos y permeables. No tolera la cal ni la sal.

Riego: Resiste sequías débiles, aunque precisa de una ligera humedad en verano.

Humedad: Media.

Poda: La admite, es preferible realizarla en invierno, eliminando las ramas muertas o dañadas.

Utilización: En España y Portugal se arranca la parte inferior del tronco cada 10 años, con lo que se cubre la mayor parte de la producción mundial de corcho, utilizándose en la industria para hacer tapones, artes de pesca, aislante térmico y sonoro, para la fabricación de colmenas y en la industria del calzado.

Las bellotas son importantes en la alimentación del cerdo ibérico. La madera del alcornoque se usa para la construcción naval y en la elaboración de herramientas y carbón. Como especie ornamental cultivada proporciona buena sombra. En sus dominios naturales presenta un papel protector y conservador del suelo como especie noble que es. Presenta propiedades medicinales.

Multiplicación: Semilla e injerto. Posibilidad de trasplante de ejemplares adultos con cepellón escayolado, en primavera u otoño, aunque es dificil.

Iluminación: Mucho sol, aunque soporta la semisombra.

Observaciones: Escaso mantenimiento. Especie protegida en todo el ámbito de la Comunidad Valenciana. Entre las citas y referencias notables de alcornoques singulares merecen destacarse en la provincia de Huelva el llamado «8 quintales y 10 fanegas», que con 20 m de talla y 1,5 m de diámetro de tronco daba cada 9 años 278 Kg de corcho (8 quintales) y cada 2 o 3 años de 600 a 800 Kg de bellotas (de 8 a 12 fanegas).

Localización: Vía Lv-Sedaví.