Ulmus minor Miller (=U. campestris L.)

                                                                                                      Nº ejemplares: 27

Género y especie: Ulmus minor.

Familia: Ulmaceae.

Nombre común: Olmo, Ulmeiro, Olm, Zumarr.

Hábitat: En gran parte de Europa, norte de África y Asia occidental; cultivado desde tiempos remotos, fue extendido por los romanos y su límite real es difícil de precisar. Se le encuentra en Mallorca, Menorca, Ibiza y, cultivado o espontáneo, por la mayor parte de la Península, especialmente en las regiones de clima mediterráneo.

Crecimiento: Rápido durante sus primeros años (60-70 años); se hace más lento después, a lo largo de los 300 años que suele vivir, prolongándose a veces, hasta 6 u 8 siglos.

Descripción: El olmo es un árbol de porte elevado y robusto -puede medir más de 20 m de altura que se desprende de las hojas para pasar el invierno. El tronco es grueso, derecho, algo tortuoso y ahuecado en los ejemplares añosos, especialmente en los sometidos a podas; corteza de color pardo-grisáceo o pardo oscuro, muy áspera y resquebrajada, con crestas longitudinales que se entrelazan, más o menos profundas según la edad del árbol. Copa amplia; de follaje denso, largamente aovada, redondeada o algo irregular, que proyecta una sombra intensa. Ramillas delgadas, lampiñas, a veces muy suberificadas, pero casi siempre con corteza lisa, de color parduzco.

Raíz: Tiene una raíz central bien desarrollada cuando los suelos son sueltos y profundos, por lo general, esta raíz deja de crecer a partir de los 10 años, en beneficio de un conjunto de fuertes raíces laterales, casi superficiales y muy alargadas.

Hojas: Hojas simples, alternas, aovadas u obovadas, puntiagudas, con el borde simplemente o doblemente aserrado, redondeadas o acorazonadas en la base, de 4 a 10 cm de longitud, con una de las mitades más desarrollada resultando asimétricas; tienen un peciolo corto pero bien desarrollado, estipulas muy prontamente caducas y son algo rugosas y lampiñas por el haz; llevan 7 a 12 pares de venas secundarias casi paralelas.

Flores: Las flores son muy precoces, van agrupadas en glomérulos globosos sentados sobre las ramillas, de color verdoso o pardo-rojizo, casi sin pedicelos; cada una lleva una envuelta acopada con un número variable de sépalos, generalmente 4 a 6, y los mismos estambres largamente salientes, con anteras de color púrpura, opuestos a los sépalos.

Floración: A finales del invierno, por febrero o marzo.

Frutos: Los frutos son aplastados y parecen pequeñas hojitas amontonadas; son ovales o redondeados, escotados en el ápice, con un ala muy ancha. La semilla es aplastada y va dispuesta en una cavidad algo excéntrica que casi toca la escotadura superior. Al principio los frutos son de color verde-claro, a veces teñido de rojo, y luego se tornan pardo-amarillentos antes de caer; miden de 1 a 20 mm. Se trata de frutos en sámara. El fruto madura y se disemina en abril, antes de que las hojas estén completamente formadas. Los olmos empiezan a fructificar a partir de los 15 ó 20 años, y a partir de ese momento, la fructificación es anual y abundante.

Clima: Prefiere los climas templados, de ahí que no ascienda mucho por encima de los 1000 m, aunque en el sur se le cita a 1500 m de altitud. Mayormente en los sotos y riberas de los ríos donde se asocia con frecuencia a sauces, alisos, álamos y fresnos.

Suelo: En los suelos frescos y profundos, ligero y fértil.

Riego: Requiere cierta humedad en el suelo.

Humedad: Resiste sequedad ambiental.

Poda: En otoño eliminando las ramas indeseadas. Cortando y quemando las ramas enfermas tan pronto como se detecten.

Utilización: Para adornar parques y jardines, sobre todo en las ciudades como árboles de sombra y porque soportan fácilmente el aire contaminado. La madera de olmo tiene el corazón marrón claro o pardo-rojizo, con anillos de crecimiento muy marcados y textura algo gruesa; es fácil de trabajar, difícil de hendir y muy resistente a la putrefacción si se mantiene húmeda, por lo que se emplea en construcción naval, pilotes de minas, pozos, y antiguamente era la preferida para hacer conducciones de agua. Sirve también para la fabricación de muebles, entarimados y objetos sometidos a golpes repetidos como piezas de maquinaria, prensas, bolos, etc. La hoja del olmo la comen bien las cabras, ovejas y bueyes, por lo que se ramonean frecuentemente en época de escasez de pastos, conservándose muchas veces para forraje invernal; estas mismas hojas, según Dioscórides, se comían antiguamente cocidas como hortalizas, cuando todavía estaban tiernas. La corteza del olmo se ha empleado en medicina por su riqueza en taninos, como astringente; también la corteza interna como sudorífico, en forma de cocimiento; y en pomada contra las afecciones de la piel. El mucílago que suelta la corteza de las ramillas tiernas, batido en agua, era considerado en tiempos de Quer. como uno de los mejores remedios contra las quemaduras.

Multiplicación: El olmo es uno de los mejores árboles de sombra, fácil de trasplantar y de reproducir, ya que la semilla nace sin problemas si se siembra al poco de madurar y sobre todo gracias a los numerosos renuevos e hijuelos que producen sus raíces.

Iluminación: Sol o media sombra.

Observaciones: Hay otro olmo que habita de forma natural en la Península, la U. glabra Hudson (=U. monrana With.), que sustituye al anterior en los bosques y riberas de los Pirineos y montañas de la mitad norte; alcanza por el este hasta las Sierras de Cazorla y Segura; es mucho más escaso y se diferencia por sus hojas mayores, con peciolos muy cortos que quedan casi ocultos por la base asimétrica de la hoja, mayor número de nervios y sobre todo por sus sámaras con semilla central y con escotadura que no alcanza hasta la cavidad donde se sitúa ésta. Se cultivan también otras especies como U. pumila L., arbolillo de poco porte y hojas pequeñas que se encuentra muchas veces naturalizado. El nombre español olmo, deriva del latino Ulmus que se ha mantenido desde los romanos y fue aceptado finalmente por Linneo como epíteto científico para el género; se cree derivado del nombre celta elm. Tiene el inconveniente de sufrir con frecuencia una enfermedad, la grafiosis, que es producida por un hongo de la familia Ofiostomatáceas (Ceratocystis ulmi) que obstruye los vasos y hace que se sequen las hojas; por este motivo se han introducido otras especies exóticas más resistentes a la enfermedad como Zelkova serrata (Thunb.) Makino. Por su notable longevidad, el olmo simboliza el amor fiel, tal vez debido a ello, existía antiguamente la costumbre de plantar una hilera de estas plantas junto a la entrada de los conventos y en las plazas situadas delante de las iglesias, como signo de devoción y sumisión a las reglas monásticas.

Localización: C.P. San Clemente, C.P. Vicente Pla Paredes, I.E.S. Sedaví y Parque C. de Valencia I.