Rosmarinus officinalis L.

 

Género y especie: Rosmarinus officinalis.

Familia: Lamiaceae.

Nombre común: Romero, Romaní, Alecrim, Erromero.

Hábitat: En el contorno de la región mediterránea. En las Baleares se encuentra en todas las islas mayores y en la Península sólo falta de algunos puntos del norte y noroeste, siendo especialmente frecuente en las tierras bajas de clima cálido.

Crecimiento: Medio.

Descripción: El romero es un arbusto verde todo el año, con ramas de color parduzco, que suele medir de 0,5 a 1,5 m de altura, aunque a veces puede alcanzar los 2 metros. Se ramifica profusamente y sus ramas de jóvenes son algo cuadradas y están cubiertas de pelillos blanquecinos, pero posteriormente se hacen rollizas y se depilan.

Raíz: Sistema radical penetrante.

Hojas: Tiene muchísimas hojas, muy densas, estrechas y casi cilíndricas ya que su borde se revuelve hacia atrás; carecen casi de peciolo, son coriáceas, de un verde lustroso por el haz y blancas, por estar cubiertas de abundantes pelillos, por su cara inferior; nacen enfrentadas y pueden medir hasta 3 y 4 cm de largo por sólo 1 a 3 mm de ancho; su forma es linear y el borde de la hoja entero.

Flores: Las flores nacen en cortos ramilletes axilares provistos de pequeñas bractecillas aovadas y son de color azul-claro, rosa o blanquecinas; el cáliz es de color verde o algo rojizo, acampanado, dividido en dos labios de los cuales el superior es entero o con tres dientecitos diminutos y el inferior está profundamente hendido en dos dientes triangulares; lleva pelos muy cortos que suele perder haciéndose lampiño. La corola es de una sola pieza, con dos labios, el superior con una escotadura que lo escinde en dos y el inferior con tres lóbulos de los cuales el central es más grande y acapuchonado. Hay sólo dos estambres largamente salientes con los filamentos encorvados, soldados al tubo de la corola y provistos de un pequeño diente.

Floración: Casi todo el año.

Frutos: El fruto, encerrado en el fondo del cáliz, está formado por 4 pequeñas nuececitas trasovadas y de color parduzco.

Clima: Desde el nivel del mar hasta los 1500 m de altitud en las montañas más cálidas; forma parte de los matorrales que se desarrollan en sitios secos y soleados, principalmente en ambiente de encinar: etapas degradadas por tala o quema o laderas pedregosas y erosionadas.

Suelo: En todo tipo de suelos, aunque suele preferir los calcáreos, sueltos y drenados.

Riego: Resiste a la sequía.

Humedad: Media o baja.

Poda: Tan pronto como desaparecen las flores, recortando ligeramente el arbusto. Para que parezca más denso y ramificado deben despuntarse los tallos principales, con lo que se estimulará el crecimiento de las yemas laterales, pero nunca se debe cortar más de una cuarta parte de la mata, pues se debilita mucho y quizá no supere una poda tan drástica.

Utilización: Las propiedades que se atribuyen al romero son innumerables y aquí resumiremos sólo las principales en palabras de Font Quer: «se tiene por estimulante, antiespasmódico y ligeramente diurético; actúa asimismo como colagogo, esto es, sobre la secreción biliar. Los herbolarios valentinos lo recomiendan para rebajar la sangre. Al exterior se emplea como vulnerario y para combatir los dolores articulares así como para tonificar el cuerpo fatigado por trabajos violentos o por haber andado demasiado». Además su madera se ha empleado como combustible para calentar hornos y casas; su esencia se obtiene industrialmente para usar en perfumería y medicina. El néctar de sus flores es excelente para las abejas. Se cultiva como ornamental, para formar setos y por llevar flor casi todo el año.

Multiplicación: Mediante esqueje en cajonera en verano y también por semilla y acodo.

Iluminación: Pleno sol.

Observaciones: El nombre latino del romero, Rosmarinus, significa literalmente rocío marino, y así era conocido entre los romanos; según algunos recibió ese nombre por criarse cerca de la costa; pero según otros autores su nombre derivaría realmente del griego rhops: arbusto y myrinos: aromático, aludiendo a su fragante olor; a ese respecto conviene recordar lo que dijo Linneo: «crece en España tan abundante, que los navegantes, antes de ver tierra, perciben su olor».

Localización: I.E.S. Sedaví.