Robinia pseudacacia L.

                                                                                                      Nº ejemplares: 50

Género y especie: Robinia pseudacacia.

Familia: Leguminosae.

Nombre común: Falsa acacia, Acacia blanca, Robinia.

Hábitat: De forma natural en el centro y este de los Estados Unidos, de donde fue llevada a Francia, al Real Jardín de París, procedente de Virginia, en 1601.

Crecimiento: Crece rápidamente y es de vida media/corta.

Descripción: Árbol robusto de copa amplia que en buenas condiciones puede alcanzar hasta 25 m de altura y 6 ó 7 m de proyección de copa, aunque a menudo forma matorrales de retoños con copa abierta, laxa y de contorno oval. Ramas fuertes y algo tortuosas, las más jóvenes armadas con las estípulas que se transforman en fuertes aguijones. Brotes color pardo-rojizo, con un par de espinas debajo de las yemas, que son pequeñas y sin escamas protectoras.

Raíz: Gruesa, con ramificaciones largas y rastreras que pueden echar retoños aún a larga distancia. Es útil para contención de taludes. Puede levantar aceras.

Hojas: Hojas compuestas imparipinnadas, que caen por completo en otoño, con 3 a 10 pares de hojuelas elípticas u ovales, más o menos lampiñas, con borde entero y ápice poco visible, de 2,5 a 4,5 cm de largo, color verde claro con la cara inferior de color más pálido, tornándose amarillo claro en otoño. Aparecen en el mes de mayo y caen más tarde que los otros caducifolios.

Flores: Flores amariposadas, de color blanco, dispuestas en racimos multifloros axilares y colgantes, cáliz brevemente campanulado, dividido en dos labios cortos, con dos y tres dientes; corola de 15 a 20 mm, con pétalos subiguales y estandarte suborbicular; flores de olor fuerte y agradable.

Floración: En mayo-junio.

Frutos: Legumbre fuertemente comprimida, de 5 a 10 cm de largo, con sutura dorsal estrechamente alada, de color pardo-rojizo, finalmente abriéndose en dos valvas; es seca y no estrangulada entre las semillas.

Clima: Vive desde el nivel del mar hasta 800 m de altitud. Se desarrolla en todos los climas, siendo resistente al frio, incluso a heladas fuertes, y al calor. Necesita Temperatura estival algo elevada y prolongada para que las yemas tengan tiempo de endurecerse y así poder soportar el período invernal. Ofrece resistencia media al viento. Admite la cercanía al mar y contaminación urbana e industrial.

Suelo: Se contenta con cualquier suelo, incluso los pobres y estériles, aunque le van mal los compactos, inundables y yesosos y crece bien en suelos profundos, fértiles y bien drenados aunque calcáreos.

Riego: Resistencia media sequía.

Humedad: Requiere áreas frescas y húmedas.

Poda: No precisa de poda sistemática, si se le poda en exceso, surgen gran número de mamones. Se debe podar a principio de otoño para evitar el sangrado, pero al no ser éste peligroso, puede realizarse igualmente en invierno. La poda de formación y la de mantenimiento debe vigilar la emisión de retoños, chupones y los minadores del tronco. El árbol debe mantenerse con un tronco único, de esta forma ninguna rama se desarrolla con gran fuerza como para que cuando envejezca pueda caerse. Tienen tendencia a partirse.

Utilización: Cultivada en parques, calles y paseos, en cualquier tipo de suelo; a menudo naturalizada en cunetas, bordes de caminos, etc. Se usa como árbol de alineación en calles de tamaño medio, formando grupos por la singularidad del porte y su exotismo casi oriental. Ofrece sombra ligera. Deben vigilarse sus raíces, tienen un efecto nocivo sobre las coníferas por lo que no deberán ir asociadas. Interesantes colores otoñales y floraciones espectaculares. Se emplea para zonas forestales porque su sistema radicular desarrollado y extendido es capaz de controlar la erosión gracias a sus numerosos renuevos. La madera es tan perdurable como la del roble (durando hasta 125 años) y se emplea para construcción de pérgolas, postes de teléfono, pilotes, embarcaciones, etc. Se conserva estupendamente en contacto con el suelo húmedo o el agua. Es un combustible excelente, aunque suelta muchas chispas.

Multiplicación: En otoño, separando y plantando los rebrotes enraizados. Semilla en marzo-abril, esquejes y acodo. Trasplante fácil en invierno.

Iluminación: Precisa luz y pleno sol.

Observaciones: El nombre del género, Robinia, está dedicado al jardinero Jean Robin que fue el primero en cultivar este árbol en Europa. De Francia se trajeron a Barcelona y más tarde a Madrid donde se plantaron en la Huerta de Migas Calientes (antiguo Jardín Botánico); de allí proceden los primeros ejemplares que se pusieron en el Retiro y Aranjuez, según cuenta Quer. Sus flores, de olor y sabor agradable, son comestibles y se conocen popularmente con el nombre de pan y quesillos; con ellas se preparaba antiguamente un agua destilada a la que se atribuían propiedades antihistéricas. Las hojas, raíz, semillas y corteza son venenosas. Puede producir alergias.

Localización: C. de Fernando Baixauli Chornet, C. de Salvador Giner y C.P. Vicente Pla Paredes.