Prunus avium L.

                                                                            Nº ejemplares: 1

Género y especie: Prunus avium.

Familia: Rosaceae.

Nombre común: Cerezo, Cerezo silvestre, Guindo zorrero, Cereixeira, Cirerer, Kerizondo.

Hábitat: En la mayor parte de Europa, Asia occidental y norte de Africa. Para algunos autores, su patria de origen sería Asia occidental, pero hay evidencia de que acompañó al hombre en Europa desde tiempos remotos. En la península aparece silvestre sobre todo en su mitad septentrional, enrareciéndose hacia el sur. Se cultiva en casi todas las regiones.

Crecimiento: Medio.

Descripción: El cerezo es un árbol de los de hoja caduca, que puede medir hasta 20 m o más de altura y suele presentar un tronco grueso y bien definído, de corteza grisácea, casi lisa, que se resquebraja y ennegrece en los ejemplares añosos. La copa suele ser amplia, con ramas ascendentes o casi horizontales; las ramillas, de color pardo-rojizo, son lisas, lampiñas y a menudo se descortezan en láminas papiráceas.  

Raíz: Al principio, si procede de portainjertos de semilla, tiene importante componente vertical, pero con el tiempo se va haciendo esparcida y con mayor componente oblicuo. No es invasiva.

Hojas: Las hojas, que son simples, con el margen festoneado, aserrado, algo ensanchadas en su mitad apical y con forma entre obovado-lanceolada y largamente elíptica, se reconocen fácilmente por su largo peciolo (2-5 cm) y sobre todo porque en la unión de éste con la lámina lleva dos glandulitas rojizas; miden normalmente de 8 a 15 cm y son de color verde mate por el haz y algo pelosas por el envés.

Flores: Las flores son grandes, de 2 a 3 cm de diámetro, y tienen 5 sépalos, 5 pétalos blancos, obovados, numerosos estambres y pistilo lampiño; se agrupan en hacecillos sentados, a la manera de umbelas, en número de 2 a 6, rodeados en la base por una corona de brácteas y llevan rabillos muy largos (2- 5 cm); nacen al mismo tiempo que las nuevas hojas.

Floración: En primavera, desde finales de marzo, y madura las cerezas desde mayo hasta principios de julio.

Frutos: Los frutos, las cerezas, son drupas globosas o con figura de corazón, de color rojo más o menos subido, hasta resultar casi negras, o por el contrario amarillo-cremosas; a diferencia de las ciruelas, son siempre mucho más cortas que el rabillo. El hueso es globoso, casi liso.

Clima: Salpicado en los bosques y barrancadas, mayormente en las montañas y casi siempre en ejemplares aislados

Suelo: Prefiere suelos frescos y profundos.

Riego: Regular, pero evitando excesos. Vulnerablw a la sequía.

Humedad: Media.

Poda: Podar una vez pasada la floración. Si se hace antes, en invierno, se perdería lafloración de ese año, por lo cual, se debe atender a los criterios agrícolas de la poda de fructificación de los cerezos.

Utilización: Cultivado en vegas, huertos y regadíos como frutal.

Multiplicación: Semilla. Injerto de variedades ornamentales sobre portainjertos de la especie tipo.

Iluminación: Abundante y sol directo.

Observaciones: Pertenecen a esta especie todas las cerezas, tanto las numerosas razas cultivadas, de sabor dulce, como las silvestres, ásperas como las endrinas y de menor tamaño. Pero las guindas, de sabor agridulce, corresponden ya a otra especie muy similar, la P. cerasus L., arbusto o arbolillo que no suele superar los 8 m, con hojas algo lustrosas, de rabillo más corto (1-3 cm), desprovisto de glándulas en su unión con el limbo o con éstas rudimenarias, casi siempre lampiñas; procede del suroeste de Asia. El guindo, curiosamente, ha retenido para sí el nombre latino del cerezo (Carasus), mientras que éste se ha tenido que conformar con el nombre algo despectivo de Prunus avium: ciruelo de pájaros, sin duda alusivo a la raza silvestre, pues las aves gustan de comer sus frutos. Las cerezas son algo laxantes y muy digestivas; con ellas se preparan mermeladas y por fermentación el vino de cerezas. De un vino similar, hecho con el fruto del cerezo silvestre, se prepara en Alemania, por destilación, el Kirsch; y en Dalmacia, con una variedad de guinda amarga, el Marrasquino. Con los rabillos de las guindas, y también con los de las cerezas, se prepara en medicina popular una tisana de propiedades diuréticas. La madera de cerezo silvestre, de color castaño o pardo-rojiza, es dura, de textura fina, fácil de trabajar y de excelente acabado; es apreciada en ebanistería, para muebles y revestimientos, aunque tiene el inconveniente de su tendencia a torcerse.

Localización: C.P. Baixauli Xornet.