Prunus armeniaca L.

                                                                                                      Nº ejemplares: 4

Género y especie: Prunus armeniaca.

Familia: Rosaceae.

Nombre común: Albaricoquero, Albergero, Prisco, Damasquillo, Albracoquer.

Hábitat: De forma natural en china y Asia central. Se cultiva por la mayor parte de la Península y Baleares, pero especialmente en la huerta murciana, región valenciana, Cataluña, Aragón y Andalucía.

Crecimiento: Mediano.

Descripción: El albaricoquero es un arbolillo caducifolio de unos 3 a 6 m de altura, con ramas ascendentes o casi horizontales, lampiñas, de color pardo-agrisado o las más jóvenes coloreadas de rojo, lisas y algo lustrosas.

Raíz: Sistema radical superficial.

Hojas: Hojas aovadas o redondeadas, estrechadas en punta, con el margen finamente aserrado o festoneado-glandular, lampiñas, redondeadas o acorazonadas en la base y con peciolo bien desarrollado (2-4 cm); al iniciar su desarrollo están enrolladlas y suelen tener color rojizo; las estípulas, que son caducas, están deflectadas y son glandulares.

Flores: Las flores son blancas o rosa pálido, solitarias o en hacecillos, con pedúnculo muy corto rodeado en la base por una envuelta de brácteas, naciendo antes que las hojas; tienen un ovario alargado, densamente cubierto de pelillos blancos, con estilo largo rematado en un estigma bilobulado; y rodeando a este una envuelta acopada (hipanto), anaranjada en el interior, coloreada de púrpura o amarillo en el exterior, rematada en 5 pétalos aovados o redondeados. Los pétalos son grandes, suborbiculares, y los estambres numerosos.

Floración: Por febrero o marzo.

Frutos: Drupa globosa, amarillenta o anaranjada, vellosa, recorrida por un surco longitudinal; hueso aovado-comprimido, de borde anterior aquillado y con dos surcos y aristas menores. Los frutos maduran de mayo a julio.

Clima: Cultivado en provincias principalmente de clima templado, sin fuertes heladas.

Suelo: Sobre suelos profundos, frescos y terrenos con cal.

Riego: Normal de jardín. Sufre la escasez hídrica en verano. Evitar encharcamiento.

Humedad: Media.

Poda: Se realiza en invierno. En fruticultura la formación se hace en vaso o en palmeta. Consiste en mantener la copa abierta, suprimiendo chupones y ramas adultas y secas.

Utilización: Especie frutícola que en jardín puede plantarse de forma aislada. Cultivado en los huertos, vegas o regadíos; a menudo asilvestrado en setas, bosques aclarados y ribazos.

Multiplicación: Mediante semilla en otoño, estaquillas, injertos y acodos. Para su cultivo se suele emplear como patrón de injerto el almendro y a veces el ciruelo.

Iluminación: Pleno sol o media sombra.

Observaciones: El P. armeniaca o albaricoquero era ya conocido por los romanos con el nombre de Armeniaca, de manera que tiene su denominación latina, derivada del adjetivo armeniacus: de Armenia, pues a través de esta región se introdujo en el mundo antiguo. Poco hay que hablar de las virtudes del  albaricoque como fruta, de todos conocidísimo, pero sí conviene recordar su riqueza en vitamina C y su carácter algo laxante cuando se come en cantidad;  como las almendras, los hay de pepita dulce y comestible -los menos- o amarga y venenosa, por su contenido en amigdalina, que , lo mismo que en las almendras amargas, se desdobla por la acción de un conjunto de fermentos denominados emulsina, liberando el temible ácido cianhídrico (ácido prúsico); esta reacción se produce en contacto con cualquier medio acuoso como por ejemplo la saliva. Con los huesos del albaricoque, los populares güitos, juegan -o jugaban en otros tiempos- los niños, limándolos para fabricar pitos y silbatos. Al igual que otros frutales es frecuente que se engome; como el cerezo, su goma se ha empleado para substituir a la goma arábiga en medicina casera.

Localización: C.P. Baixauli Xornet y C.P. San Clemente.