Pistacia terebinthus L.

 

Género y especie: Pistacia terebinthus.

Familia: Anacardiaceae.

Nombre común: Cornicabra, Terebinto, Auntzadarr.

Hábitat: En la región mediterránea; en casi toda la Península, especialmente en su mitad meridional, pero alcanzando hasta los Pirineos y Galicia; también en la isla de Mallorca.

Crecimiento: Medio-lento.

Descripción: Es un arbusto o pequeño arbolillo de hasta 5 m de altura, que pierde las hojas en el invierno, muy ramoso, lampiño, con ramillas frecuentemente teñidas de rojo, que al romperlas desprenden un olor resinoso aromático.

Raíz: Oblícuas y esparcidas.

Hojas: Hojas compuestas imparipinnadas, con rabillo no alado y hojuelas coriáceas, ovales, elípticas o lanceoladas, de borde entero, lustrosas por el haz y opacas, de color más pálido, por su cara inferior; su número es variable, de 3 a 11.

Flores: Flores unisexuales, de color rojizo o parduzco, dispuestas en panículas ramosas y multifloras en las ramas del año precedente. Hay plantas masculinas, con flores que tienen 5 estambres y un cáliz pentalobulado, y plantas femeninas con flores de cáliz con tres o cuatro lóbulos y un pistilo rematado en tres cuernecitos.

Floración: Marzo-julio, aparecen a la vez que las hojas.

Frutos: El fruto es pequeño, del tamaño de un guisante, ovoideo, algo comprimido, al principio rojizo y luego parduzco; no hay que confundir con los frutos unos tumores (agallas) en forma de cuerno retorcido que se forman en sus hojas o ramas tiernas por la picadura de un insecto; éstos al romperlos desprenden un polvillo ceniciento y como ahumado formado por los insectos. Maduran a partir de julio.

Clima: En los matorrales, encinares aclarados y hasta en los robledales de melojo, frecuentemente en laderas pedregosas o entre los grandes bloques de piedra, casi siempre sin formar grandes masas como el lentisco. Más resistente al frío que su congénere, sube desde el nivel del mar hasta cerca de los 1500 m en las provincias más templadas.

Suelo: Terrenos secos y áridos, incluso calcáreos, más o menos pedregosos, pero no salinos.

Riego: Soporta sequías medias.

Humedad: Rústico.

Poda: No la admite. Escaso mantenimiento.

Utilización: Para uso paisajístico. Individuos aislados. Como portainjertos de P. vera.

Multiplicación: Semilla, esqueje, acodo e injerto. Transplante difícil en primavera o invierno.

Iluminación: Pleno sol.

Observaciones: De esta especie, sangrando su corteza, se obtiene la trementina de Quío, conocida ya por los griegos y romanos con los nombres de terebinthos y terebinthina; el nombre latino o romano de esta planta, terebinthus, fue escogido por Linneo para designar a la especie. De las cuatro trementinas que conocían los antiguos, la común (pino), la de Venecia (Larix), la de abeto y la de Quío o Chipre (P. terebinthus), esta última era la más apreciada y dio nombre a todas las demás; encuentra interesantes aplicaciones en la industria de barnices y para la obtención de compuestos orgánicos. Las hojas, la corteza y las agallas son astringentes y se han empleado en medicina popular maceradas en vino; su raíz para combatir la ascitis, en Tarragona (Montsant), según nos cuenta Font Quer. La madera, dura, compacta y resinosa, puede ser torneada y pulimentada, por lo que encuentra aplicaciones en ebanistería, tornería y marquetería; la de las raíces gruesas está jaspeada de pardo o rojo y se ha empleado tradicionalmente para fabricar cajas y botes para tabaco, especialmente en Orihuela. El fruto es comido por cabras y cerdos. Especie protegida en la Comunidad Valenciana.

Localización: C.P. Vicente Pla Paredes.