Opuntia ficus-indica (L.) Miller (= O. maxima Miller)

                                                                                                      Nº ejemplares: 1

Género y especie: Opuntia ficus-indica.

Familia: Cactaceae.

Nombre común: Nopal, Chumbera, Figueira-da-India, Figuera de moro, Indiapico.

Hábitat: De forma natural en América tropical y se ha introducido extensivamente en la región mediterránea. Se encuentra en las islas de Mallorca y Cabrera. En la Península en las provincias mediterráneas y mitad meridional principalmente, pero llegando hasta Galicia.

Crecimiento: Las chumberas tienen un crecimiento lento, como casi todas las cactáceas, pero su propagación es muy fácil, planta invasora.

Descripción: La chumbera es una planta crasa que puede alcanzar hasta 3 ó 4 m de altura, a veces algo más, con el tallo formado por artejos aplastados de gran tamaño (hasta de 50 x 20 cm), de figura entre aovada y espatulada, que se articulan entre sí por el borde; los del eje terminan por hacerse leñosos y rollizos, tomando una coloración parduzca o pardo-grisácea, sirviendo como tronco en los ejemplares añosos.

Raíz: Fibrosas, carnosas y poco desarrolladas.

Hojas: Los artejos o palas de la chumbera llevan al nacer pequeñas hojas cilíndricas de unos 3 mm que caen prontamente para ser sustituidas por mechones de diminutas espinitas que pueden llevar entremezcladas algunas espinas rígidas de color amarillento o blanquecino; en las palas viejas, estas espinas terminan por caer quedando inermes.

Flores: Las flores son de gran tamaño, formadas por el ovario, cubierto de mechones de espinas, coronado por los sépalos y pétalos, estos últimos de un bonito color amarillo vivo; van sentadas sobre las palas, mayormente en el borde, y su interior, que se encuentra algo excavado, está tapizado por infinitos estambres.

Floración: Desde mayo a julio.

Frutos: El fruto es una baya en forma de tonel, de unos 5 a 9 cm, deprimida en el ápice y de un color amarillento o rojizo. Las semillas son muy numerosas, englobadas en una masa amarillenta o rojiza de sabor dulce y agradable. Maduran los higos chumbos desde mediados de julio hasta el final del verano.

Clima: Cultivada y asilvestrada en las provincias de clima más cálido, en regiones donde faltan o son muy escasas las heladas, principalmente en las colinas y laderas secas y soleadas que rodean a los cortijos y viviendas.

Suelo: Se adapta a todo tipo de suelos.

Riego: Resiste grandes sequías.

Humedad: Indiferente.

Utilización: Aislados, en rocallas y en jardines de cactus. Las flores y frutos de las chumberas se utilizan en medicina popular como antidiarreico, propiedad que parece deberse a su contenido en flavonoides de acción antiespasmódica; las palas contienen un jugo mucilaginoso, muy viscoso y baboso, por el cual se han servido de ellas a guisa de cataplasma, escindiéndolas en dos mitades y calentándolas en un horno, para ablandar y calmar el dolor en las partes doloridas, como emoliente. Los frutos e incluso las palas troceadas son un buen alimento para el ganado y se han empleado para fabricar piensos. Con la pulpa de los frutos se obtiene alcohol por fermentación.

Multiplicación: Basta enterrar una pala o incluso dejarla en el suelo con una piedra encima para que arraigue; es aconsejable mantenerla antes una semana o poco más a la sombra hasta que se marchite y entonces prende mejor.

Iluminación: Pleno sol.

Observaciones: Parece ser que el nombre del género, Opuntia, deriva de la antigua ciudad griega de Opunte (Opuncia) y fue aplicado por Teofrasto y otros autores posteriores a una planta de esa procedencia, forzosamente de otra familia ya que las cactáceas son todas americanas; pero Linneo denominó Cactus opuntia a una de las chumberas y posteriormente Miller, al crear este género, utilizó este nombre poco adecuado. El específico, ficus-indica, significa literalmente higuera de Indias. Además de esta chumbera se encuentran en España y Portugal otras especies que nos han venido de distintas regiones del Nuevo Mundo, en su mayoría con espinas mucho más robustas y de menor desarrollo. Los higos chumbos, aunque algunos los consideran un fruto mediocre, son muy agradables, especialmente fríos; hay que seleccionar las razas de pulpa más jugosa y semillas poco duras (de «piñón tierno») y en caso de decidirse a cogerlos se hace retorciéndolos suavemente con unas tenazas, siempre a favor del viento para evitar llenarse de espinas, y se barren luego sobre el suelo con una mata de leña o se lavan para desprender las espinas, pues algunas de éstas son tan diminutas que uno puede clavarse centenares sin darse cuenta, al principio, se entiende. Los chumbos son ricos en pigmentos de color rojo (carotenoides, betaxantinas) por lo que se emplearon antiguamente como tintoriales y a veces dan grandes sustos al teñir de de rojo la orina; también hay que tener cuidado con comerlos en exceso, pues a veces producen fuertes estreñimientos por el gran número de semillas que contienen. Sobre las chumberas se criaba la cochinilla, con la que se teñían de rojo las sedas y lanas, pero ésta ha sido casi totalmente desplazada por los colorantes sintéticos.

Localización: C. del Musical.