Morus alba L. “Fruitless”

                                                                                                      Nº ejemplares: 96

Género y especie: Morus alba “Fruitless”.

Familia: Moraceae.

Nombre común: Morera sin semilla.

Hábitat: La especie tipo en el Asia Central, sobre todo en la China, de donde pasaron a Persia, Constantinopla (siglo VI), Sicilia y finalmente a España donde se cultiva en casi todas las provincias, sobre todo en el este y sur. “Fruitless” de origen hortícola.

Crecimiento: Medio. Llega a vivir unos 100 años.

Descripción: La morera blanca es un árbol de tamaño medio que no suele superar los 12 ó 15 m de altura, caducifolio, con copa aovada o redondeada y tronco de corteza cenicienta o pardoblanquecina, resquebrajada longitudinalmente en los ejemplares añosos.

Raíz: Sistema radical pivotante con raíces superficiales, muy robusto y desarrollado.

Hojas: Hojas alternas, con peciolo largo, de forma aovada pero a menudo algo irregulares o asimétricas en la base, enteras o lobuladas, con el borde gruesamente dentado y de buen tamaño (unos 6 a 18 cm); son de color verde claro, lampiñas y algo lustrosas por el haz y más claras, con algunos pelos en el encuentro de los nervios por la cara inferior.

Flores: Las flores son menuditas, unisexuales, y se agrupan en espigas muy densas, alargadas u ovoides, las masculinas son alargadas, subcilíndricas, y llevan flores con 4 estambres y una envuelta de 4 sépalos; las espigas femeninas son ovoides, con un rabillo casi tan largo como ellas, y las flores tienen una envuelta formada por dos pares de piezas y un pistilo que se prolonga en dos largos estigmas salientes. Finalmente abortan en esta variedad.

Floración: Febrero-junio.

Frutos: Se distingue de la especie tipo en que no produce frutos, evitando la molestia que se origina al caer estos sobre el pavimento.

Clima: Soporta temperaturas bastante extremas, incluso heladas fuertes y el calor. Altitud idónea entre 0 y 500 m sobre el nivel del mar. Resistencia media a los vientos. Soporta la primera línea de mar y la contaminación urbana e industrial.

Suelo: Rústico, incluso calcáreos y salinos. Los morales van bien en todos los terrenos medios y frescos, preferentemente en los que sean profundos, ligeros, frescos, arcilloso-silíceos con cierta proporción de arena y bien drenados. En los ácidos se desarrolla mal.

Riego: Soporta muy bien la sequía.

Humedad: Media.

Poda: La admite, pero en condiciones normales no la necesita.

Utilización: Cultivada como ornamental a lo largo de los paseos, parques y en jardines.

Multiplicación: Injerto sobre M. alba.

Iluminación: Pleno sol.

Observaciones: Resiste plagas y enfermedades. Escaso mantenimiento. La morera negra era ya conocida por griegos y romanos; estos últimos le dieron el nombre de Morus, derivado del nombre griego moran y éste al parecer del celta mor: negro. El jarabe de moras negras se ha empleado en forma de gargarismos contra la inflamación de la garganta y boca; la corteza de la raíz como laxante y para combatir los gusanos intestinales, incluida la tenia. Son ricas en vitamina C y muy sabrosas, pero tiñen las manos y la boca de un color como de sangre que se quita con dificultad; desaparece frotándose con algunas moras verdes, las que todavía no perdieron el color rojizo; ya lo dice el refrán: «La mancha de la mora con otra verde se quita». Las hojas de la morera blanca son el alimento selectivo de los gusanos de seda y para este fin fueron abundantemente cultivadas en la huerta valenciana. La madera de la morera de la China o morera del papel sirve para trabajos de torneros y las ramas para hacer cestos; su corteza suministra material para fabricar papel y confeccionar tejidos que según algunos autores se vuelven impermeables sumergiéndolos en aceite.

Localización: C. de la Libertad, C. de la Murta, C. del Azagador de la Torre, C. del Metge Ernesto Andreu Minguet, C. del Padre Luis Méndez, C.P. Baixauli Xornet, C.P. Vicente Pla Paredes, Ecoparque Municipal, I.E.S. Sedaví, Parque Av. del País Valencià I y Parque Av. del País Valencià II.