Género y especie: Lonicera japonica.
Familia: Caprifoliaceae.
Nombre común: Madreselva del Japón.
Hábitat: Japón, Carea y China. Distribuida por el Sur y Centro de Europa.
Crecimiento: Vigoroso.
Descripción: Arbusto trepador siempreverde o semicaducifolio, de hasta 10 m con forma irregular y sarmentosa, de ramas volubles, flexibles y velludas.
Raíz: Sistema radical oblicuo y esparcido.
Hojas: Semiperennes, opuestas, ovaladas u oval-oblongas, enteras, a veces lobuladas, agudas, con peciolo corto, de 3 a 8 cm de largo, color verde medio, más claro y pubescente en el envés (las hojas nuevas también son pubescentes en el haz).
Flores: Con corola blanca que al envejecer se toma amarillo pálido. Son olorosas, delicadas, velludas por el exterior, delgadas, tubulares y bilabiadas, miden unos 3 o 5 cm de largo y se disponen en pares axilares, junto con 2 hojas bracteales.
Floración: Desde finales de primavera o principios de verano hasta otoño. Principalmente de marzo a mayo.
Frutos: Bayas globosas, negras, de unos 7 mm de diámetro y tóxicas.
Clima: Prefiere clima templado aunque resiste heladas.
Suelo: No es exigente, prefiriendo los arcillosos, fértiles y bien drenados.
Riego: Normal de jardín.
Humedad: Media.
Poda: Conviene podarlo para ordenar su forma. Su poda se reduce a la simple supresión de las ramas muertas y al recorte de brotes demasiado largos después de la floración. Puede cortarse también hasta la cepa cuando se hace demasiado fuerte.
Utilización: Sirve para abrir muros, enrejados, pilares, armazón de árboles viejos, etc.
Multiplicación: Esqueje leñoso a finales de otoño, o semileñoso en verano, y por semilla.
Iluminación: Exposición soleada aunque aguantan la semisombra.
Localización: C.P. Vicente Pla Paredes e I.E.S. Sedaví.