Juniperus sabina L.

 

Género y especie: Juniperus sabina.

Familia: Cupressaceae.

Nombre común: Sabina, Sabina rastrera, Savina, Miterr.

Hábitat: En Europa central y meridional, Asia y se cita también en Argelia. Falta en las Baleares y Portugal, extendiéndose en España continental por las montañas del norte, este y sur, principalmente en las de Aragón meridional, provincias de Cuenca y Guadalajara, Andalucía y más escasa en el Pirineo, Montesde León, etc.

Crecimiento: Lenta.

Descripción: Esta sabina es como indica alguno de sus nombres vulgares una planta leñosa achaparrada, que crece más en anchura que en altura, ya que raramente supera el metro y produce numerosas ramas tendidas sobre el suelo que mantienen la hoja todo el año, de corteza pardo-cenicienta o pardo-rojiza que se desprende en placas; algunas veces, pero muy raramente, se llega a hacer un pequeño arbolito de tronco tortuoso. Ramillas redondeadas o subcuadrangulares de menos de 1 mm de diámetro.

Raíz: Oblicuas.

Hojas: Las hojas escuamiformes, imbricadas, dispuestas en 4 hileras, algo aquilladas y con una glándula ovalada resinosa en el dorso, de 1 a 1,25 mm de largo, de forma aovada o romboidal, y desprendiendo un olor penetrante y desagradable al machacarlas. Las de las ramas viejas son más alargadas, casi aciculares, como las anteriores algo levantadas en el ápice por lo que resultan los tallos ásperos al tacto.

Flores: A veces la misma planta produce los conos masculinos y femeninos, pero más frecuentemente éstos están en pies distintos. Los primeros se forman en gran número rematando las ramillas; son de color amarillo, globosos u ovoides, formados por 10 a 15 escamas suborbiculares en forma de parasol, cada una con 3 ó 4 bolsitas de polen.

Floración: A partir del mes de septiembre y hasta la primavera, madurando las arcéstidas (trabinas) en el otoño o la primavera siguientes.

Frutos: Las arcestidas o fructificaciones, que reciben el nombre de trabinas, se originan en cortas ramitas laterales; son globosas u ovoides, de pequeño tamaño (4 a 8 mm), formadas por 4 a 6 escamas carnosas soldadas, al principio verdes y al madurar de un azul muy oscuro, casi negruzco, cubiertas casi siempre de una cera blanco-azulada que se desprende al frotar; contienen 1 ó 2, a veces 3 ó 4, semillas brillantes de color parduzco.

Clima: En las cumbres de las montañas, principalmente en las calizas, desde los 1500 a los 2500 m de altitud, asociado con mucha frecuencia al pino albar o silvestre, soportando muy bien los suelos esqueléticos y pedregosos y las bajas temperaturas; esta asociación de pino y sabina rastrera constituye la vegetación natural dominante de las cumbres y laderas superiores de las altas montañas mediterráneas, donde forman manchones discontinuos de aspecto muy característico. En ocasiones se asocia con la sabina albar, o con otros pinos, quejigos, etc., cuando desciende a menor altitud, pues puede bajar, en ejemplares aislados, hasta los 900-1000 m.

Suelo: Se adapta a todo tipo de suelo, indiferente al pH aunque lo prefiere calizo.

Riego: Sin grandes necesidades, evitar encharcamientos.

Humedad: Se adapta a casi toda las condiciones climáticas.

Poda: No la requiere.

Utilización: Ornamental para la creación de rocallas y xerojardinería.

Multiplicación: Por semilla.

Iluminación: Sol o semisombra.

Observaciones: Linneo reservó el nombre de sabina, con que los romanos designaban a ésta y parecidas especies, para esta planta, quizá por ser la más usualmente utilizada cerno medicinal; el origen de este nombre se atribuye a su abundancia en el país de los Sabinos. El empleo de la sabina como emenagoga (para provocar y regular la menstruación) y abortiva, en medicina popular, se remonta ya a los griegos, pues nos habla de ella Dioscórides. Debe sus propiedades a un alcohol contenido en su esencia, el sabinol; pero su acción es tan violenta que, según Quer, basta quemar un poco de su leño y aspirar el humo para sentir sus efectos, debiendo considerarse mala medicina la que provoca en muchas ocasiones la muerte; éste es el caso de la sabina, cuyo empleo es sumamente peligroso. Esta misma esencia sirve, en uso externo, para quitar las verrugas, pues tiene propiedades caústicas y vesicantes. También se ha empleado como diurética. Es adecuada para ser cultivada como ornamental, existiendo varias formas de jardinería (cupressifolia, tamariscifolia, etc.), aunque se suelen preferir otras especies exóticas parecidas. En ocasiones se ha cometido el grave fraude de falsificar con sus trabinas las del enebro común, obteniéndose una ginebra cuyos efectos son fáciles de imaginar.

Localización: Escuela de Adultos Sedaví, Ecoparque Municipal y Parque del Médico Gómez Ferrer.