Ficus carica L.

                                                                                                      Nº ejemplares: 1

Género y especie: Ficus carica.

Familia: Moraceae.

Nombre común: Higuera, Figueira, Figuera, Phikotze, la silvestre, Cabrahigo.

Hábitat: En la región mediterránea y Asia suroccidental, aunque en muchos puntos procede de antiguos cultivos. La silvestre o cabrahigo (var. caprificus Riss.) se extiende por el centro, este y sur de la Península, subiendo hasta los Pirineos occidentales y Galicia.

Crecimiento: Rápido. Llegan a vivir 75 años, pero se conocen de hasta 200 años.

Descripción: La higuera es un arbusto o arbolillo que no suele superar los 6 u 8 m de altura, con corteza grisácea y lisa que al herirla deja manar un líquido lechoso algo acre e irritante. Tiene una copa muy amplia en relación a su altura, pues sus ramas son muy largas y casi horizontales, incapaces muchas veces de soportar su propio peso; las ramillas son pelosas de color verdoso o pardo-verdoso, cubiertas de gruesas cicatrices que dejan las hojas al caer.

Raíz: Raíces fibrosas, numerosas, extendidas por las grietas del terreno, gruesas, oblicuas, penetrantes y raíces superficiales.

Hojas: Las hojas se pierden en el otoño y son muy grandes y ásperas al tacto, largamente pecioladas, con el limbo palmeado que en ocasiones es entero pero la mayoría de las veces se hiende en lóbulos más o menos profundos; tienen un color verde oscuro por el haz, algo más pálido, con pelos rígidos, por la cara inferior y alternan sobre las ramillas.

Flores: Las flores, tanto las masculinas como las femeninas, van encerradas en el interior de un receptáculo carnoso en forma de pera que lleva un pequeño poro apical y se sitúa sobre un pezón o rabillo corto y grueso; las primeras en la parte apical y las femeninas en la basal. Estos receptáculos son los higos que se vuelven carnosos y terminan por arrugarse y colgar sin fuerza sobre las ramas; los diminutos granitos del interior son los verdaderos frutos.

Floración: Mayo-agosto. A partir de la primavera y maduran los higos a finales del verano; algunas higueras, tanto de higos negros como blancos, producen otra generación de «frutos», las brevas y flores de higo respectivamente, que maduran por San Juan y San Pedro.

Frutos: Sicono de 5 a 7 cm, aperado o globuloso, de diversos colores en la madurez. Pasa en agosto-septiembre del verde, al violáceo oscuro. Una rama de un año puede dar lugar a higos, que maduran en el verano de ese año y a brevas, que maduran al año siguiente por haberles detenido el crecimiento el frio.

Clima: No soporta heladas por debajo de -15º C. Resiste altas temperaturas. Altitud idónea, hasta los 850 m, aunque puede superar los 1000 m sobre el nivel del mar. No es resistente a los vientos, ni a la contaminación. En cambio, soporta la segunda línea de mar.

Suelo: Prefiere un suelo algo húmedo, van muy bien al pie de canales de riego. Tolera los calizos, pedregosos y pobres en humus, pero teme los salinos.

Riego: Resiste la sequía. Programa moderado de jardín sin encharcamientos.

Humedad: Sequedad. Con riego no dan higos tan sabrosos.

Poda: De formación para levantar las ramas bajas.

Utilización: Cultivada en las provincias de clima suave, o silvestre, en forma de pequeño arbusto, en los paredones rocosos, puentes, torres de las iglesias, muros viejos, etc. Por sus frutos que se consumen tanto en fresco como secos.

Multiplicación: Esqueje, acodo e injerto. Trasplante difícil en primavera o invierno. Las estacas se toman tras la caída de la hoja, de brotes del año con algo de madera de 2 años en su base (esqueje de talón).

Iluminación: Pleno sol.

Observaciones: La voz latina Ficus es el nombre romano de la higuera, derivado al parecer del nombre griego sycon; carica se llama porque de la comarca de Caria, en el Asia Menor, venían en la antigüedad los mejores higos a Roma. Los higos son muy ricos en azúcares y vitaminas (A, B, y C); gozan de propiedades laxantes, emolientes y sobre todo son pectorales, muy buenos en cocimiento para la tos y enfermedades del pecho. La leche de higuera es rica en enzimas proteolíticas y se ha empleado para combatir las verrugas. La madera es de pésima calidad, amarillenta y con abundante médula. Con los higos se fabrica a veces, alcohol y vinos dulces por fermentación. Ciertas razas de higuera necesitan para producir fruto que se cuelguen de sus ramas una ristra de cabrahígos, es decir de los higos de la higuera loca o silvestre, de donde toma el insecto especial de la higuera (Blastophaga grossorum, himenópteros) el polen que necesita para realizar la polinización; este proceso se denomina caprificación y era ya practicado por los griegos según nos relata Teofrasto. El insecto hace la puesta en las flores femeninas del higo y de ellos nacen luego las larvas a no ser que se maten, tratando los higos con agua caliente, los huevecillos.

Localización: I.E.S. Sedaví.