UNIDADES TAXONÓMICAS DE SUELOS

El territorio pertenece a la hoja 722 de Valencia que está ocupado en su mayor parte por sedimentos pertenecientes al Holoceno y al Pleistoceno. Los suelos desarrollados sobre materiales del Holoceno presentan una menor diferenciación de horizontes que los correspondientes al Pleistoceno, predominando en los primeros las características flúvicas y los rasgos de hidromorfía y en los segundos los horizontes cálcicos y petrocálcicos.

Para la identificación, clasificación y cartografía de los suelos del Holoceno, desarrollados sobre limos fluviales, limos de albufera y dunas, playas y surcos interdunares se ha reconsiderado algunas indicaciones de la clasificación FAO-UNESCO de 1988, como es el concepto de «materiales aluviales recientes con propiedades flúvicas», que, de otro modo, hubiera conducido a la no diferenciación de estos suelos entre sí, incluyéndolos todos ellos en la unidad de los Fluvisoles calcáreos. De esta manera los suelos desarrollados en las márgenes de los ríos han sido identificados como Fluvisoles calcáreos, los desarrollados en la zona de albuferas y marjales, mediante la asociación Gleisol cálcico, Fluvisol calcáreo y Antrosol cumúlico, los desarrollados sobre dunas como Arenosoles calcáreos y los de los surcos interdunares como Arenosoles gléicos o Solonchaks gléicos según posean o no altos niveles de salinidad.

La amplia zona de albuferas y marjales es un mosaico de difícil individualización a nivel de unidades puras y de difícil clasificación por ser suelos afectados intensamente por las prácticas agrícolas (arrozales) y con variaciones en los niveles de fluctuación de la capa freática, en los valores de conductividad eléctrica y en la saturación de sodio en el complejo de cambio en función de la proximidad al lago de L’Albufera y la concentración de sales en el agua de riego.

Estos suelos han sido cartografiados mediante la asociación Gleisol cálcico, Fluvisol calcáreo y Antrosol cumúlico; indicando, este conjunto de unidades edáficas, el carácter de zona húmeda correspondiente al área de L’Albufera (Gleisoles), su continua colmatación con materiales recientes (Fluvisoles) y el carácter antrópico de estos suelos por el tradicional cultivo del arroz, incluyéndose además la formación de integrados entre unos y otros, desde los suelos con dominancia de los procesos de oxidación-reducción en todo el perfil hasta los suelos afectados por ciertos niveles de salinidad en los que el sodio puede causar una cierta dispersión de arcillas pero en los que el complejo de cambio está dominado por el catión calcio.

Los Fluvisoles, desarrollados sobre los limos fluviales, son de naturaleza predominantemente limosa y presentan, normalmente, la capa freática por debajo de la profundidad de diagnóstico para ser incluidos dentro de los grupos gléicos.

En el cordón litoral, los suelos desarrollados sobre las formaciones dunares son suelos jóvenes de textura gruesa, distinguiéndose los de los surcos interdunares por sus características gléicas y, en ocasiones, por su contenido en sales (Arenosoles gléicos y Solonchaks gléicos, respectivamente).

Los suelos más evolucionados se encuentran sobre los sedimentos pleistocénicos y presentan, como característica fundamental, el intenso proceso de movilización y acumulación de carbonato cálcico en forma de nódulos o costras calcáreas. Estos suelos pertenecen a las unidades Luvisol cálcico, Calcisol lúvico y Calcisol pétrico.

Sobre las formaciones miocénicas, cuya abundancia es significativamente menor a la de los sedimentos cuaternarios anteriormente nombrados, los suelos son muy delgados y presentan también horizontes petrocálcicos (Calcisoles pétricos) o han sido totalmente transformados para el cultivo, mediante levantamiento de costras y posterior relleno con otros materiales edáficos (Antrosoles cumúlicos).

En las pequeñas formaciones cretácicas del extremo SO los suelos son muy jóvenes y presentan limitaciones de espesor y rocosidad (Leptosoles líticos y rendzínicos).

La relación de grupos y unidades de suelos, según la clave FAO-UNESCO de 1988, que caracterizan la hoja de Valencia es la siguiente, aunque para el presente trabajo, únicamente se ha tenido en consideración los que están presentes en el término de Sedaví:

 

FLUVISOLES:

Fluvisol calcáreo

GLEISOLES:

Gleisol cálcico

 LEPTOSOLES:

– Leptosol rendzínico

– Leptosollítico

AR.ARENOSOLES:

– Arenosol calcáreo

– Arenosol gléico

CALCISOLES:

– Calcisol lúvico

– Calcisol pétrico

SOLONCHAKS:

– Solonchak gléico

LUVISOLES:

– Luvisol cálcico

ANTROSOLES:

Antrosol cumúflco