Ailanthus altissima (Miller) Swingle

                                                                            Nº ejemplares: 1

Género y especie: Ailanthus altissima.

Familia: Simaroubaceae.

Nombre común: Ailanto, Árbol del cielo, Zumaque falso.

Hábitat: De forma natural en la China; en la Península es especialmente frecuente en Levante, centro y sur; en las Baleares, en las islas de Menorca e Ibiza.

Crecimiento: Rápido, pudiendo alcanzar los 20 m en 20 años. Longevidad de unos 30 años pudiendo llegar 80-100 años.

Descripción: Arbolillo o árbol de hoja caduca y olor desagradable que puede alcanzar hasta 20 m o más de altura. Ramas extendidas, de corteza grisácea, que forman una copa alargada o aparasolada; ramillas y base de los peciolos frecuentemente de color rojizo.

Raíz: Sistema superficiales planta invasora por echar numerosos brotes radicales a gran distancia; puede por ello ser peligrosa en las proximidades de los cultivos.

Hojas: Las hojas son muy grandes, de hasta 60 cm y no hay que confundirlas con los 7 a 9 pares de hojuelas que la forman; son compuestas, con el rabillo dilatado en la base formando un receptáculo hueco, de olor fétido cuando se estrujan. Las hojuelas son ovadas o lanceoladas, enteras o más frecuentemente provistas de 2 ó 4 lóbulos en su base, cada uno con una glándula en su cara inferior, estrechadas progresivamente hacia la punta y de color más pálido por el envés.

Flores: Flores unisexuales o hermafroditas, de color verdoso y olor muy desagradable, dispuestas en grandes panículas de hasta 30 cm de largo; tienen un cáliz con 5 lóbulos, 5 pétalos libres y 10 estambres en dos verticilos. El pistilo, que en las flores masculinas es rudimentario, está formado por 2 a 5 hojas carpelares libres, cada una con un solo primordio seminal.

Floración: En primavera y los frutos maduran al final del verano, manteniéndose bastante tiempo sobre la planta.

Frutos: El fruto presenta tantas alas membranosas, con la semilla en el centro, como carpelos; estas sámaras son alargadas, de 3 a 4 cm y color amarillento o rojizo; se forman en gran número.

Clima: Aguanta tanto los climas secos como los muy fríos.

Suelo: Cultivado en las cunetas de las carreteras, calles y paseos, así como para sujetar los terrenos sueltos en pendiente; es muy resistente.

Riego: Soporta sequías débiles o medias.

Humedad: Indiferente.

Poda: Si es necesario se puede podar con intensidad cada primavera, eliminando chupones, junto con las ramas estropeadas o apiñadas, para obtener mayor follaje y frenar su crecimiento.

Utilización: Su corteza ha sido empleada en China y Japón contra la disentería y parece contener los mismos principios amargos que la cuasia. La madera es ligera y fácil de trabajar, pero poco resistente por lo que se suele reservar para fabricar pasta de papel. La principal aplicación del ailanto es como planta ornamental y para fijar terrenos sueltos, compensando su mal olor –especialmente de los ejemplares masculinos- con los pocos cuidados que requiere.

Multiplicación: Separando y plantando los brotes que aparecen junto a la base. Por vía sexual se pueden evitar tener ejemplares sin flores masculinas y evitar así el olor desagradable, o reproducir cultivares con flores rojas o amarillas. También por semillas y esqueje. Fácil trasplante en invierno.

Iluminación: Sol o media sombra. Tolera la sombra.

Observaciones: El nombre del género deriva de la denominación que se le da a este árbol en las islas Molucas: ailanto o árbol del cielo, por el rápido crecimiento en altura que le caracteriza. Se asilvestra con facilidad. Las hojas y flores son venenosas, y puede producir alergias. Escaso mantenimiento. Resistente al ataque de insectos, enfermedades y accidentes diversos. Se le ha atribuido la producción de barniz del Japón, que es producida por un zumaque.

Localización: C. del Musical.