Género y especie: Abelia floribunda.
Familia: Caprifoliaceae.
Nombre común: Abelia mexicana, Abelia de flor purpúrea.
Hábitat: México.
Crecimiento: Medio.
Descripción: Arbusto siempreverde arqueado de forma ovoidal, que mide de 1 a 3 m de alto y 4 m de envergadura.
Raíz: Sistema radical oblicuo y esparcido.
Hojas: Persistentes o semipersistentes, ovalado acuminadas, opuestas, enteras o dentadas, rugosas y ciliadas, de 1,5 a 4 cm de largo, verde oscuro lustroso por el haz, más pálidas por el envés.
Flores: Pequeñas, de color carmín-purpúreo, de hasta 5 cm, olorosas, axilares o terminales, colgantes, solitarias o reunidas por 2 ó 3 en el extremo de ramillas cortas sobre la madera del año anterior, con corola tubulosa campanulada de 5 lóbulos y 4 estambres de color rosado pálido. Los sépalos, verdes, perduran después de la caída de los pétalos.
Floración: Junio a noviembre.
Frutos: En aquenio.
Clima: Cálido. Las abelias son medianamente rusticas y resisten inviernos no muy rigurosos (hasta -5 °C).
Suelo: No es exigente, pero prefiere los permeables, fértiles, ligeros y no calizos.
Riego: Normal de jardín. No resiste sequía.
Humedad: Media.
Poda: A mediados de primavera, eliminando todas las ramas muertas o dañadas hasta llegar a las yemas sanas. Cortar los tallos para mantener las ramas dentro de sus límites.
Utilización: Las abelias son apreciadas por la abundancia y larga duración de su floración y también por su follaje persistente. Además, son plantas óptimas para macetas.
Multiplicación: Esqueje tierno en verano y acodo.
Iluminación: Sol o ligera sombra.
Localización: Residencia Tercera Edad de Sedaví.