Abies alba Mill.

Nº ejemplares: 1

Género y especie: Abies alba.   

Familia: Pinaceae.

Nombre común: Abeto, Avet, Izai.

Hábitat: En el centro y sur de Europa; en España está limitado a la cordillera de los Pirineos encontrándose sus masas principales en las provincias de Lérida, Huesca y Navarra. Alcanza su límite meridional en el Montseny y Sierra de Guara.

Crecimiento: Lento.

Descripción: El abeto es un árbol de tamaño medio o elevado que no pasa con cieta frecuencia de los 30 m de altura y aun puede llefar a medir hasta 50 m o más. Tronco derecho y columnasr, desprovisto de rasmas en su parte inferior, de hasta 6 m de circunferencia, con corteza cenicienra a blanquecina, lisa y con vesiculitas resinosas; se oscurece y resquebraja en los ejemplares viejos, despendiéndose en placas de ckir pardo rojizo eb su cara interna. La copa es al principio cónica o piramidal, con las ramas en verticilos superpuestos y regulares de disposición casi horizontal; en los pies añosos se retrasa el crecimiento apical y la copa puede adoptar una forma estrechamente cónico-truncada o subcilíndrica.

Raíz: Raíz principal pivotante de escasa profundidad con gran cantidad de ramificaciones laterales que le proporcionan una fijación fuerte al suelo.

Hojas: A diferencia del pinsapo, que lleva las ramillas lampiñas, las del abeto están más o menos densamente cubiertas de pelos, que suelen ser de color rojizo. Las hojas son romas o algo escotadas, flex ibleles, aplanadas, de 15 a 30 mm. de largo por 1,5 a 2,5 mm de ancho, con dos bandas blancas estomáticas bien marcadas en su cara inferior, estrechadas en la base en un corto rabillo; se disponen sobre las ramillas estériles en dos franjas horizontales opuestas, enforma subdística, o formando como un semicilindro, de forma que resultan dorsiventrales y reciben la luz por el haz.

Flores: Conos masculinos y femeninos en el mismo pie de planta, los primeros globosos o alargados, de color pardo-rojizo o amarillento, aglomerados en la terminación de las ramillas, sentados en su parte inferior, resultando casi colgantes; miden de 1 a 3 cm. Conos femeninos de color verdoso, erguidos y solitarios sobre las ramillas superiores, de 2 a 4 cm, oblongo-cilíndricos.

Floración: En primavera, de abril a junio y madura sus piñas en el otoño siguiente.

Frutos: Piñas cilíndricas, erguidas, de 10 a 20cm de largo por 3 a 5 de grueso; escamas tectrices largamente salientes, con el borde denticulado y la punta estrecha y revuelta; escamas fructíferas redondeadas, estrechadas en cuña a la base, desarticulándose en la madurez para dejar libres los piñones que son aovado-triangulares, angulosos, con una gran ala trapezoidal.

Clima: Con óptimo entre los 700 y 1800 m, pero alcanzando con cierta frecuencia hasta los 2000 m. Se asocia con frecuencia al haya y también al pino albar, cuando éste es favorecido; o con el pino negro en su límite superior.

Suelo: En las laderas y umbrías de las montañas, principalmente sobre suelos frescos y profundos, tanto en los ricos como en los pobres en cal.

Humedad: Requiere un clima húmedo, con sequía estival no muy acusada, perjudicándole mucho las heladas tardías.

Poda: Únicamente para volver a formar la guía en caso de que esta se rompa. Las ramas rotas o estropeadas se pueden cortar pasado el periodo de heladas.

Utilización: Aunque con menos frecuencia que el pinsapo y otros abetos exóticos, es también cultivado como ornamental en parques y jardines, existiendo varias razas o variedades horticolas.

Multiplicación: A partir de semillas.

Iluminación: A pleno sol o semisombra.

Observaciones: El nombre científico de este abeto, alba, alude sin duda al color blanquecino de su corteza. La madera es blanca o blanco-cremosa, ligera, poco resinosa, fácil de trabajar, menos resistente y de menor calidad que la de pino, por lo que su empleo suele ser local; es también poco adecuada para quemar y fabricar carbón. En cambio el tamaño que alcanzan los ejemplares viejos permite obtener tablones y piezas de gran magnitud. Se ha usado en la construcción, en ebanistería fina y para la confección de instrumentos musicales como órganos, cajas de violines y la tapa superior de las guitarras. También para pilotes, postes, tablillas para recubrir edificios y cajas de embalaje. La trementina de abeto, especialmente la obtenida de las vejigas de la corteza, que se acumula de forma natural, es un líquido de olor resinoso y algo amargo que los latinos llamaron lacryma abietis y que gozó de gran fama como balsámico y vulnerario; entraba en la composición de gran cantidad de emplastos, ungüentos y linimentos, empleándose para curar todo tipo de llagas y heridas. Las yemas de abeto se han empleado asimismo en medicina popular contra la tos y catarros, en infusión.

Localización: Parque C. de Valencia I.